lunes, 1 de junio de 2020

El punto


Helo aquí: A veces mi mente va más rápido que la realidad, o incluso que mi consciente, y lo que creo haber hecho (o no haber hecho) a veces, en efecto, ya lo hice, o a veces, en efecto, aún está por hacer, entonces los días se desordenan: los martes saben a jueves y los viernes a miércoles y así sucesiva y aleatoriamente; las situaciones se trastocan, se ladean, y las perspectivas también. Pronto todo se reduce a detenerse, dar un hondo respiro, contener el aire por algunos segundos, expulsarlo, hacerlo de nuevo, repetir, y cuando haya al fin suficiente oxígeno en mi cerebro y quietud en mi mente, comenzar una vez más con la diversión y la locura, con lo de dar bofetadas y que el mundo se pare de cabeza, y es que en irrealidades aparentes y ficticias todo depende del punto de vista.