Curiosamente estoy caminando por los Laboratorios, en realidad fuera de ellos, y se me ocurre la idea de que soy un fantasma olvidado, que morí hace muchos siglos y que las cortinas viejas que veo son del pasado en un presente que no existe más. E intento comunicarme con mi hermana, la llamo a través de mi teléfono móvil y no me contesta, sin embargo sé que me ama tanto o aún más de lo que la amo yo. Y estoy, para variar, infinitamente triste, y recito mi poema de “llueve, mientras todo llueve, pero llueve más dentro de mí que afuera, y los versos se hacen trizas… nunca, nunca quise ser poeta”. Y recuerdo a mi alma gemela, a la mejor amiga que he tenido, y la veo tristemente envuelta en un hedonismo que no hace más que alejarla del amor verdadero que desea. Ella es poeta, yo no. Yo soy solo un fantasma que, más temprano que tarde, se desvanecerá: “Yo soy un sueño, un imposible, vano fantasma de niebla y luz. Soy incorpórea, soy intangible, no puedo amarte.” y Bécquer me dirá: “¡Oh ven, ven tú!”
jueves, 29 de octubre de 2015
jueves, 15 de octubre de 2015
En El Fondo
Sé que en el fondo no me soportas, que preferirías no verme ni en pintura, que te exaspero e irrito la epidermis, pero mírame, aquí estoy, trayéndote el sol. Sé que apenas doy la vuelta quisieras cogerme por el cuello y que tu perfecta actuación es lo único que lo evita. Y de seguro piensas que me la creo, que me como el cuento de tu consideración y buenos modales de niño bueno. Hipócrita. No sabes lo que daría por oír lo que realmente quieres decir, por ver lo que realmente quieres hacer; me muero por que cedas a tus impulsos y deseos, que aunque sea por unos escasos minutos te muestres tal cual eres y pierdas el control. Pero me voy a quedar con las ganas ¿cierto? porque tus pensamientos de hombre racional superior jamás te van a dejar cometer locuras. Y ¿quién sabe? En el fondo quizás sea mejor así para los dos.
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